CAOS. (VIAJE MENTAL). En infinitas ocasiones nos
tropezamos con situaciones en las cuales el dilema no es simplemente el sí o el
no. Ni siquiera el: “Tal vez”… Cuando llegamos a la vera del abismo, dudamos. Sí,
uno de los componentes principales del CAOS, es la DUDA. Entonces comenzamos
nuestro viaje mental, planeamos, pero nunca estamos seguros si lo que hemos
decidido está correcto totalmente o va a ser lo mejor de todo. Eso, nadie lo
sabe y tampoco existe TODO va a salir bien como uno lo quería. Mientras esté
implícito el “yo quiero”, no va a haber un solo camino. Habrán muchas posibilidades,
sí, es cierto. Pero cada uno de nosotros quiere que las cosas nos salen como a
nuestra medida. Pero eso no existe. Las transformaciones que iremos haciendo
cuando queramos hacer un cambio, te irán hundiendo en un CAOS. Pero: el caos
siempre puede ser aprovechado. El caos es el “ojo del tornado”. Quizá, si
visualizas un tornado, te darás cuenta que desde abajo, o desde dentro de él,
nada podrás ver. Te sentirás sacudido/a de manera fuerte…caótica… Y el caos en
sí mismo, existe para que paremos de usar nuestra mente concreta solamente.
Debemos escuchar nuestra mente intuitiva, nuestro corazón. Y, mientras que no
tengamos paz en el alma, el caos seguirá persiguiéndonos todo el tiempo, sin
posibilidad ni de descanso mental. Menos álmico. Te sentirás transtornado/a…
inquieto/a, como que te enojarás con el destino por ser todo tan lento en tu
vida. Pero la pregunta es: ¿Cómo te metiste en dicho tornado? ¿Has pasado por
otros similares? Y si así fue: ¿Cómo saliste de ellos? ¿Se puede decir que
vivir e caos es saludable? No. Es necesario cuando queremos salir de una
situación que no nos hace feliz, que no llena nuestra alma, que nos amedrenta,
nos torna mendigos de amor o cariño. Tantas cosas… Si en este momento estás en
caos, sácale provecho. ¿Cómo? Déjate bambolear, sacudir por el mismo, pero sin
perder tus mejores aptitudes, tus principios, etc. Es como cuando estás en una
manifestación donde está llena de gente, te sientes apretado/a, empujado/a
desde varios lados y hay un instante en que te han hecho rodar tanto del camino
que seguías, que perderás un poco la noción del qué hacer o qué rumbo tomar.
Eso está muy bien, cuando se habla de un proceso espiritual. Pero el caos no
debe durar mucho. Hay tiempo, duración para cada persona. Los seres más
evolucionados, pueden convivir mucho tiempo en medio del caos, sea este
emocional, amoroso, laboral, sin haber perdido las esperanzas de salir del
mismo, porque su enorme intuición les dirá que no es el momento. Una vez que se
ha hecho todo de parte nuestra y probado a los demás, conociéndolos bien cada
vez más, y sabiendo que no quieren cambiar, puedes salir del caos. Es más:
DEBES SALIR DEL CAOS. Ya es tu hora de sentir la paz y tranquilidad de tu trabajo
bien hecho. No sentirás la mínima duda ni te importará más seguir mirando hacia
atrás. No habrá apego alguno. Todo habrá culminado y te aguardará un nuevo
ciclo de vida, con una nota álmica muy superior. Medita en esto, y no sigas en
el tornado. Mira hacia el ojo del tornado… allá arriba, está el cielo azul… sin
nubes y aguardando.
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