Buenos Aires, 28 de Junio de 2009
Maestro: ¿Dar consuelo es Amor? ¿Cómo definen los
Maestros la consolación?
Respuesta: DAR… CONSUELO… Cuando vosotros consoláis a alguien, inmediatamente
tenéis que escucharos vuestras propias palabras, lo que le decís al otro;
porque en realidad os estáis consolando a vosotros mismos. Hay personas que
tienen mucha necesidad de “CONSOLAR” a los otros, y esa necesidad es la
propia y también se vuelca hacia el exterior, como nuestro encuentro: hacia
dentro y hacia fuera; una sístole, una diástole. ¿Comprendéis esto? Cuando
vosotros intentáis ir a consolar a alguien que os pide CONSUELO, atended
bien, hay una toma y daca, hay una reciprocidad en el intentar CONSOLAR
y en el que intenta ser CONSOLADO. Por eso es una toma y daca, en
reciprocidad. Ambas personas necesitan CONSOLARSE mutuamente. Una cosa
es el CONSUELO, dar CONSUELO, y otra cosa es sentir la COMPASIÓN que es
la franja más alta del AMOR, y os ayuda, quien quiera que sea aún en
silencio… y sin ser llamado, pero esto es muy difícil de lograr. ¿Por qué?
Porque cuando alguien os pide ser consolado, vosotros ya hacéis una preparación
de dos centros: El chakra corona y el chakra plexo solar.
Inmediatamente os conjuncionáis, hacéis como una línea recta, como un acuerdo,
un tratado entre ambos centros, y vais preparados u os preparáis inmediatamente
en el acto que la otra persona os pide consuelo, para que la mente concreta os
proporcione las palabras exactas, precisas y concisas. Luego, lo que salga,
saldrá de vuestra mente, a menos que… os preparéis de otra forma.
¿Cómo sería esta otra forma? Esta sería la segunda
respuesta: ¿Cómo vemos nosotros la CONSOLACIÓN entre seres humanos? Ya os he
dicho que si lo hacéis y lo preparáis de esa forma en donde entran en juego en
este ajedrez de la vida, dos chakras como el coronario y el plexo solar, pues
bien, las palabras de CONSUELO que saldrán, pueden ser alineadas en
vuestra lingüística, pero energéticamente, la persona saldrá sin CONSUELO,
sin CONSOLARSE. En cambio, si os preparáis desde el alma, si os
introspectáis, aunque sea por segundos, si vais a vuestra Chispa, a vuestro
Cristo Interior, a vuestro Maestro Interior, es desde ese punto que saldrá
vuestra fuerza, y os aseguro por cierto, que tanto uno como otro, quedarán
sorprendidos de la respuesta que saldrá. A eso, nosotros llamamos: CONSOLACIÓN.
Pero de la otra forma, simplemente es un juego de dos mentes, de dos seres que
se creen víctimas de circunstancias, personas, etc.
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