KUTHUMI EN SANTIAGO DE CHILE.

        P) Medicina alternativa: ¿cómo saber cuando acudir a ella?

R) Este es un tema muy intrincado porque vosotros la raza humana hasta ahora, por lo menos, acudía a la medicina convencional, ortodoxa, etc. Pero como podéis ver absolutamente, no cabe duda de esto, LA MEDICINA CONVENCIONAL NO PUEDE CURAR EL ALMA.

Nada que esté relacionado con el espíritu puede la medicina convencional curar. Aún más, hoy, existen, como estábamos hablando al principio, virus mutantes, híbridos, que ningún científico podrá descubrir su vacuna. Es más: LAS VACUNAS NO DEBERÍAN DARSE. ¡JAMÁS! ¡JAMÁS! ¡JAMÁS! Eso lo hemos repetido durante muchos años. Cuidad vuestros bebés, cuidad vuestros niñitos, cuidaos vosotros que hay una gran trama detrás de todo ello. Una gran, gran y sucia trama.

Por tanto: haced vuestra trama, pero otra trama. Fortaleced vuestra áura. ¿A través de qué? ¿Cuál es el método? ¿Cuál es la técnica? TRABAJO INTERIOR. Cuánto más trascendáis partes oscuras…. Observad: una persona es egocéntrica porque está en general, o en su mayor parte o en la mitad (cada uno sabe su ritmo)…. Compuesta por átomos egocéntricos. Pero cada miedo que se vence, cada EGO que se vence, transforma esa molécula egocéntrica,

en cristocéntrica. Estamos hablando de un proceso de iluminación.

Cuánto más vencéis vuestros miedos, cuánto más os vais iluminando. Esa es la tarea; la única. Lo demás: es todo basura. ¿Comprendéis?

        ¿Queréis hacerme alguna pregunta?... Bien. Todo está yendo de una manera paranoica como fue anticipado en el año 2.004, por otro maestro, que en los últimos tiempos de este sistema de cosas, la palabra sería: PARANOIA. Lo estáis viendo. Por tanto, la mejor manera de protegeros, es haciendo un correcto trabajo interior. La medicina correcta, es LA MEDICINA DEL ALMA. Claro que acudiendo a las medicinas alternativas, vosotros podéis tener un empujón, si me permitís el término… ¿Pero cómo funciona esto? Dejemos en claro; porque luego aparecen las palabras curadores, sanadores… ¿Cierto?

        ¿A quien acudir? Qué enigma. ¿Cómo hacemos esto? Sabemos que todos sois dioses dormidos, semidormidos, semidespiertos; eso, vosotros planteáis para vosotros mismos. Está muy bien. Pero hay veces que estáis muy agobiados (lógicamente hay muchas presiones, como os decía que son externas)… Además de las internas; además de patrones mentales, de personas familiares cercanas, etc., que vampirizan, succionan vuestras propias energías. Hay que tener mucho cuidado de no ser vampirizados o succionados energéticamente. ¡Cuidad vuestras energías! Eso no es ser egoísta.

ESO ES AMARSE. A-MAR-SE. Si no podéis amaros a vosotros mismos,  no podéis amar a nadie más. Esta es la clave: comenzad por el primer círculo: VOSOTROS. Si vosotros os amáis, podréis amar a quien está al lado. Y así sucesivamente, los círculos concéntricos. ¿De acuerdo? Primero hay que saber cómo amarse, para poder dar amor. Es básico.

        Cuando una persona siente que debe acudir a una medicina alternativa, una terapia alternativa, cuando ya habiendo probado, comprobado a través de los métodos convencionales, con médicos convencionales… los medicamentos, los diagnósticos: todo ello ha sido totalmente ineficaz… (es más, puede ser hasta dañino y contraproducente)…porque hay mucho desconocimiento hoy por hoy. No es que haya ignorancia de los médicos en su profesión hacia lo que se aprendía antes. Hay excelentes médicos terrenos. Lo que no hay en esos médicos, es conocimiento de la otra parte espiritual. Debieran unirse la ciencia y el alma para poder tener un complemento mayor; descartando lo QUE NO ES FÍSICO, saber que hay que acudir a medicinas o terapias alternativas. Ahora bien: llegamos a un punto clave: me diréis: “¿Y cómo sabemos  a quien acudir? ¿Adónde vamos? ¿A quien vamos? ¿Maestritos? Hay muchos… ¿Diplomas? Están plagados en las paredes y se compran y se venden por bastante dinero. ¿Es así? (Si.) Un diploma… 24 horas… y tú ya eres un maestro de algo. ¿Es lógico cuando un Maestro, un curador se prepara por milenios, durante milenios? ¿Es lógico que cualquiera de vosotros vaya a una persona así? ¿Seréis sanados, ayudados de alguna forma? (No.) Hasta puede ocurrir lo contrario. En esos falsos maestros o falsos curadores, como ya fue anticipado, puede suceder el efecto contrario: que esa mente poderosa que cree que está sanando, dar órdenes mentales o traspasar sus propias enfermedades, dolencias físicas, mentales, metafísicas y hasta sus propios implantes, traspasarlos al supuesto paciente. ¿Veis la gravedad? Es mucha. Luego me preguntaréis con más ansiedad ahora: “¿Qué hacemos?”  Pues bien: primeramente, conectaos diariamente con vuestros ángeles guardianes. Para eso están. Están allí, para vosotros, guardándoos; a vuestra disposición. Pedid en la mañana… formad un circuito cerrado y pedidles que os envuelvan en sus alas (cada uno va a sentir como ellos son)… Saldréis a la calle, sentiréis su protección. Y cuando necesitéis ser guiados, pedidles una guía, y de repente os sentiréis encaminados caminando por una calle que no pretendíais ir; o leeréis algo que no pretendíais leer; y he allí, el LUGAR EXACTO DONDE DEBÍAIS IR. Seréis guiados. Debéis tener fe. No en falsos diplomas. No en técnicas (la palabra “técnica” para nosotros no existe). O sea: está muy mal aplicada. SENTID… Ese es el verbo con mayúscula que os dejo: SENTID. No seáis incrédulos y menos PAGUÉIS por una pseudo cura. Por amor de Dios: sed un poco astutos. LA ENERGÍA DIVINA NO SE COBRA. ¿Es así? (Si).

Bien, tenéis el ejemplo del Maestro de Maestros. ¿Es así?... (Si). Pues bien, quienes estén en este momento con un ritmo más acelerado en su evolución, hayan quemado más karma, tendrán una sanación más rápida y hasta una quema kármica a través de, o bien una imposición de manos de alguien que ya tenga un ritmo superior de conciencia, o bien por ese empujoncito que se da en esas sesiones de verdaderos sanadores.

Pero vamos a analizar esto. ¿Quién hace la sanación? LA ENERGÍA DIVINA. ¿Si? (Si.) Hay un vehículo, que puede ser mejor, peor, mediocre o no ser… ¿De acuerdo? Por eso, el instrumento debe ser buscado cuidadosamente; debéis pedir a vuestros guías, ángeles guardianes, orar a la manera que simplemente vosotros deseéis hacerlo. Las palabras no son tan interesantes como la energía que colocáis en las mismas. Seréis guiados por Dios al lugar exacto. No tengáis la mínima duda. Tened fe. Pedid y se os dará…

Luego: ¿cómo se activa la cura en una persona que realmente puede y tiene todas las condiciones para ser sanada? El instrumento oficia de catalizador o multiplicador, como si fuera un a gran inyección de energía divina sobre el paciente que, coloca esa energía divina conectándola con la Deidad del individuo y extirpando cosas de su áura, cuerpo físico (implantes, o elementos que no quiero nombrar ahora)… Eso es lo que hace la persona o instrumento que está atendiendo. Pero en definitiva, se le está dando a través de la intervención de un maestro específico, (el de Luz)… energía. Ese empujón que yo llamo, para que se recuerde, el paciente, que él es un dios dormido, puede despertar y de repente, la sanación se hace espiritualmente (si es que necesita una cura espiritual) o física. Pero lo hará la propia persona. AYÚDATE QUE TE AYUDARÉ…

        JESÚS SANABA CON EL VERBO. “Por tu fe te has sanado…” ¿Recordáis? Bien, entonces sed coherentes hermanos, sed coherentes y acudid por la guía divina. La oración es buena. La oración a veces se hace en silencio. No pido que recéis. No digo que recéis. Podéis hacerlo si os gusta. Pero la oración es muchas veces UN SILENCIO DE GRATITUD; es un pedido sin palabras formuladas. Dios sabe lo que precisáis. Sintonizaos simplemente; id hacia dentro y en un momento, llegará el o la persona que es adecuada o la motivación de vida necesaria para que vosotros deis ese salto quántico de conciencia. ¿De acuerdo? Tened fe. Dejaos guiar. NO SEÁIS INCAUTOS. Continuad…