sábado, 6 de novembro de 2021

EXTRACTO: "LA RABIA"

 

Mendoza-Argentina.-                               Febrero de 2.005 

 

                CHARLA ACERCA DE: “LA RABIA 

         La rabia es un método eficaz para sacudir el polvo pléxico que se establece en momentos de incomprensión y aparentes injusticias, más que nada siempre: en estados emocionales que no son bien comprendidos por la mente concreta.

         La rabia tiene varios factores o válvulas de escape y son ellas en su mayor medida, simples consortes de la subestimación o la superestimación no valorada o exacerbada y no apreciada por los demás. Es un paquete de dinamita interior que puede explotar en algún momento y el cual no es conveniente reprimir, bajo ningún aspecto.  Lo mejor siempre, es hacerla pasar por una catarsis, lo más rápido posible, para que luego no se convierte en una dolencia.

         Por ejemplo, hablemos de una pareja: en una discusión o circunstancia específica de duda o incomprensión, ambos tendrán parte de verdad y ambos tendrán parte de error. No culpemos, no culpemos. Esa es una energía muy densa.

         La rabia es un poder enorme; es como si fuera el gato (lo llama la Maestra Lady Nada). El gato simboliza el subconsciente, porque es escurridizo, es traicionero. De repente muestra su fase cariñosa, suave y de repente te araña. Los gatos son traicioneros. No son animales fieles. El subconsciente, si pudiéramos graficar una dimensión de conciencia, lo podríamos ver como un túnel oscuro o semi oscuro, (dependiendo del trabajo de la persona). Si el ser trabajó sobre sus egos subconscientes, (vida tras vida y ahora), ese túnel no estará tan oscuro y lo irá limpiando. Pero no olvidemos que aún el subconsciente, ese túnel, es un pasaje para el sótano del inconsciente donde yacen, subyacen nuestros peores egos no trasmutados, patrones mentales, conductuales, etc.
La Maestra Lady Nada explicó en el año 1993,  que el subconsciente, como aún está a medio limpiar, sería como un laberinto con muchos recovecos; no es un túnel liso, recto. No. Tiene recovecos por donde se esconden subrepticiamente nuestros miedos más recónditos, nuestras astucias, nuestro querer mostrar una fachada de hipocresía, nuestras estructuras, nuestros dogmas. Todo lo que no es y parece ser. ..

         Las torres...esas son nuestras torres; a nuestro subconsciente le encanta mantener la fachada, las torres, las estructuras. Pero, en ese querer mantener en los recovecos (disculpen el ejemplo que les voy a dar, puede ser un poco grotesco),...es como los intestinos. Tienen recovecos y recovecos...y si no los limpiamos, siempre habrá residuos. Y si hay residuos: habrán flagelos metafísicos. Y si hay flagelos metafísicos, cuando hacemos un trabajo como el que hicimos, de querer limpiar una situación del pasado, en nuestro consciente, hacemos una meditación o un trabajo. Muy bien.

El consciente le envía órdenes al subconsciente para trabajar. Pero si esa rabia es muy profunda y se halla en el inconsciente, hay todo un pasaje. Es un viaje. Y nuestra meditación, la cual creemos tan trascendental y tantas veces quedó a medio hacer, cuando eso creímos, que trascendimos y no trascendimos nada, o una proporción ínfima del problema, el consciente le pasa la orden al subconsciente y la orden o la meditación que es una energía, la propulsamos hacia el subconsciente que está a “medio iluminar” y tiene como dijimos, partes oscuras aún.

         Cuando la energía llega al inconsciente, llega débil, llega enferma, llega con virus del subconsciente, porque el pasaje no es un corredor limpio. Está todo polucionado.

Por tanto, el inconsciente recibió vagamente aquella energía de que tienen que perdonar, de que tienen que perdonarse, y todo lo que nosotros le mandamos hacer. Por tanto: si la emisión  de energías fue débil, obviamente, cuando el inconsciente responde a esa energía que llegó, como un fax muy débil...como si fuera una clave morse...va a tener que volver la respuesta, por el subconsciente de vuelta. Y se va a volver a enfermar y van a encostarse más larvas astrales, más virus metafísicos nuestros, mas mentiras, mas hipocresías, y va a salir al consciente una respuesta que nosotros nos la vamos a creer, que es lo que El Maestro llama: “DISFRAZ DE COSA BIEN HECHA”...

         Y nos creemos buenísimos. Nos creemos buenas personas. Nos creemos espirituales, porque hemos hecho cursos, porque sabemos esto o aquello.

NO, no sabemos; conocemos, acá, en la mente concreta. Pero dicha mente no sirve para hacer meditación.

Necesitamos ser honestos, comenzar el trabajo en la mente intuitiva; de allí pasarlo al alma, y es el alma que va a hacer su trabajo hacia el sub e inconsciente. Ese trabajo lleva años, lleva vidas, lleva encarnaciones.

Ahora: en la Comunidad Ananda, en los 10 años que funcionó, por el año 1995 el Maestro comenzó a hacernos trabajar sobre los miedos subconscientes. Eso duró casi un año, observen que no es que en una pequeña meditación se trabaja sobre un ego. Claro, ahora es otra cosa, ya que los tiempos están más acelerados. Estamos hablando de 10 años atrás donde los procesos iban más lentos.

Y luego comenzamos a trabajar sobre los miedos inconscientes. Otro lapso. Y luego de eso, cuidado, cada vez más sutil: comenzamos a trabajar sobre los miedos del alma.

Estos son tres temas que vamos a trabajar separadamente a través del año. Eso no se trasciende en poco tiempo, pero siempre depende del discípulo.  Puede que alguien lo trascienda rápido, porque ponga mucha energía en el “proyecto” de luz propia. Es difícil. Es difícil para quien hasta ahora se ha quedado tranquilo, se ha quedado con el disfraz de “cosa bien hecha” (yo soy espiritual, porque estoy en un grupo, porque estoy haciendo cursos, porque leí, porque aquí, porque allá...) Excusas, excusas, excusas...

         El trabajo de autorrealización del alma o iluminación, se hace a solas y en silencio con uno mismo.

Nadie de afuera nos va a iluminar. Nadie. Ni los Maestros ni nadie. Somos nosotros que debemos responsabilizarnos por la “limpieza”. Los Maestros nos dan las herramientas. Los Maestros nos orientan, pero no hacen el trabajo por nosotros. Así que: empecemos por sacarnos el “disfraz de cosa bien hecha”.

         Vamos a dejar un trabajo de casa, como cuando íbamos a la escuela; en algún momento de la semana, hagamos una lista, siendo absolutamente genuinos, de todas las cosas que creemos que ya somos. (Yo soy buena, yo soy generosa, yo soy caritativa, yo soy compasiva, yo soy, yo soy, yo soy)...Coloquen todo lo que ustedes crean que son vuestras virtudes.  Escríbanlas sin miedo; sean absolutamente genuinos, honestos.

Luego, en otra lista aparte, escriban (acá comenzaran a trabajar la rabia): el yo no soy esto o aquello, (Yo no soy linda, yo no soy buena, yo no soy dadivosa, yo no soy generosa, yo no soy espiritual, yo no soy lo que ustedes creen que no son). 

Vamos a hacer un balance entre las virtudes y los aparentes defectos o errores.

Cuando hagan la lista, no intenten raciocinar nada de lo que escribieron. Allí, esta la clave. Dejen que sea el alma. El día que ustedes sientan que están neutros, que vieron pasar dos pajaritos hermosos, o vieron una nube alargada en el cielo: ese es el momento; hagan la lista. Les va a venir como una fuerza, que lo van a hacer en cinco minutos. ¿La escribieron? Prohibido mirarla.

Dejen; al día siguiente tomen los papeles. El día anterior, tuvieron un momento en que se abstrajeron y ese momento fue neutro. Un momento de no mente; ese es el momento de cura. Ese es el momento genuino: no mente.

         Cuando al cabo de unos días, les venga otro momento de no mente, que para eso se tienen que dar tiempo, se tienen que mimar, amar, tener tiempo para estar consigo mismos...cuando están embebidos en lo que están haciendo...y no están en mil cosas... (Porque la mente es tan astuta que le gusta estar en cuatro, o más cosas al mismo tiempo).  Error, error...alerta roja...  Si tienen la cabeza repartida: ¿Cómo pueden pensar en la unidad?... ¿Cómo pueden sentir a la unidad, si la mente concreta es separatista, es astuta? Es escindida.

Sólo podemos acceder a las verdades más profundas cuando estamos en unidad con nosotros.

Y acá vienen cosas consuetudinarias, acá vienen cosas cotidianas que la mente nos suele traer como hábitos de vida, para tapar esa gran meditación del alma que es (a algunos no les va a gustar, mejor dicho no le va a gustar a la mente concreta, al alma le va a encantar)...

La persona no puede decir que no tiene tiempo de meditar. No puede decir eso porque es falso.

Entonces surge la primer clave para tener tiempo para el alma: PRIMER TIEMPO): PONER LIMITES. Primero, a nosotros mismos. Porque muchas personas solemos tener a Júpiter bien aspectado (vamos a suponerlo); y Júpiter bien aspectado nos da una fuerza, una híper fuerza y no registramos el cuerpo. Cuando queremos darnos cuenta, hemos tenido una cantidad de energía todo el día, la desplegamos, la desplegamos (me hago cargo de eso, porque varias veces los Maestros me postraron para pararme)...hasta que llega el momento en que uno se da cuenta que está cansado. Pero cuando estás cansado, no estás cansado, estás: postrado. Ese es el punto.

Poner límites: con nuestra mente. No puede una persona estar leyendo, leyendo, grabando información intelectual todo el día; no puede una persona estar trabajando todo el día con la mente concreta.

Hay que darse tiempo, darse tiempo para dialogar con la familia. Prohibir en vuestra familia de que, a la hora de que esté el grupo familiar en la mesa, para almorzar o cenar, toquen timbre a cualquier hora y nos hagan interrumpir ese momento tan maravilloso. Es nuestro tiempo, es sagrado y nuestra casa es nuestro templo Eso es algo que debería ser enseñado a todos los hijos. Primeramente a nosotros mismos, como seres humanos. Mi casa es mi templo, y en ella no puede estar sonando el teléfono y el timbre todo el día. Eso es poner límites. Digamos que es el mensaje de los Maestros más reiterativo.” Coloca limites, coloca limites”...

         Poner limites...saber cuando debemos parar de usar la mente concreta. Saber cuando debemos parar de trabajar.

Atención: ¿Hablamos de adictos a las drogas químicas? Si somos adictos al trabajo, somos adictos igualmente y eso nos perjudica tanto como tomarse o fumarse una droga.

         Ahora hablemos de los LIMITES EN EL SEGUNDO CÍRCULO: (que son los que viven bajo nuestro techo): (esposo, esposa, hijos, etc.) No dejarnos manipular nuestro tiempo. Hay tiempo para la casa, hay tiempo para el trabajo, hay tiempo para los hijos, para la esposa o el esposo, pero hay tiempo para nosotros. Ese es sagrado... Cuidado con la “manipulación infantil”, adolescente...marital...conyugal...de madres, de padres, de gatos, de mascotas, etc.

         Y ahora viene el TERCER CIRCULO, el más difícil de encarar, que es: EL TIEMPO QUE NOS DEJAMOS QUITAR POR LAS PERSONAS DE FUERA.  Esas que no tienen respeto por nuestro tiempo. Pero cuidado: no echemos la culpa; no existen víctimas ni victimarios.

Si yo permito que mi casa sea un alud de gente, (no tiene nada que ver con reuniones como la que estamos teniendo de común acuerdo), hablo de días semanales... si yo permito que los días de mi semana estén ocupados constantemente por gente que me viene a interrumpir en mi momento sagrado, yo soy la primera que estoy profanando mi templo. No hay disculpas, y no hay lugar para el trabajo interior espiritual. De ninguna manera.

Mi subconsciente estará sucio, no podré llevar el “fax” limpio a mi inconsciente, no podré trabajar con mi alma y por ende habrán disturbios, de orden emocional, de orden físico, de orden psicológico, conductual, y lo peor de todo es que estaremos generando un karma pesado por negligencia espiritual. ¿Saben por qué? Porque sabemos, conocemos lo que tenemos que hacer y no lo hacemos. Quien tiene la casa llena de gente todo el día, está huyendo a las claras de su trabajo espiritual. Quien pasa hablando todo el día por teléfono, es una gran excusa de la mente para no trabajar en sí mismo…Aquel que necesita estar hablando todo el día con otras personas y no respeta el silencio de su alma (el alma esta clamando a gritos: “habla conmigo”)...“dialoga conmigo que yo soy la que tengo las respuestas”), no tu vecina. Hay momentos para todos, pero: ¿Y para el alma, que es la que tiene nuestra verdad?  Las respuestas, las soluciones...

¿Cuándo le damos tiempo? ...Recuerden, cuando vengan a importunarnos: saber decir que no, es tan importante como saber decir que si. Tenemos que decirle sí a nuestra alma, que es sagrada.

         La pregunta es: ¿Por qué algunas personas tienen la necesidad de estar siempre en casa de otras personas? Porque están huyendo de su segundo círculo y de su primer círculo. No hay trabajo espiritual. Hay una negligencia absoluta. Por tanto, ¿cuándo les va a hablar el alma? ¿Cómo se va a descargar esa rabia?

         A veces, la rabia esta muy arraigada y proviene de hechos no resueltos de otras encarnaciones; está muy arraigada.

 El tema está abierto. Atendamos ahora a las preguntas o cuestiones que tengan...

 

         P) ¿Cómo se lleva la rabia al consciente, cuando esta está ubicada tan inconscientemente? Uno sabe que tuvo momentos de rabia en ésta vida, pero a veces nos parece que eso ya pasó. ¿Cómo hacemos para podernos sanar?

         R) Lo hablado de los tres círculos, es la respuesta. La persona que huye de la casa, que no ama su casa, se tiene que preguntar por qué no le gusta estar en su hogar. Porque si tú estás bien en tu casa física, estás bien en tu casa del alma. Las personas que les encanta estar constantemente fuera de su casa, se pregunten por qué están fuera de su Templo interior tanto tiempo. Eso, claro esta, descontando las responsabilidades que tenemos fuera, como ser el empleo, y otros menesteres, claro está. ¿Por qué hay personas que aún volviendo cansados a casa, de sus tareas, lo primero que hacen es tomar el teléfono y ponerse a hablar con fulano o mengano? ¿Qué pasa? Hagan silencio. Si cuando uno llega al hogar, lo primero que debe anhelar la persona, es sentarse por un rato y que nadie le hable, estar a solas consigo misma. O hacen otra cosa: encienden el televisor, y ni siquiera lo miran, porque necesitan compañía, dicen ellas. Computadoras prendidas sin que estén en uso, cando bien sabemos que los Maestros nos han enseñado que no se deben dejar las computadoras encendidas, para que no entren sus energías en nuestro hogar. 

        

         (EXTRACTO DE UNA CHARLA EN LA CIUDAD DE MENDOZA)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Nenhum comentário:

Postar um comentário

  ESTA ENCARNACIÓN: ¿ÚNICO OBJETIVO DE VIDA? ¿O HAY UN SEGUNDO OBJETIVO VARIANTE? CUANDO NACEMOS, SE NOS EXPLICÓ QUE DEBÍAMOS SER ESTO O...