Rio das Antas. Brasil. Febrero 7 de 1994.-
EXPLICACIÓN DE LAS CUATRO POSTURAS DE
POSTURA DE JOSÉ DE ARIMATEA: (amor fraterno) (cuerpo
áurico).
El amor
fraterno, cuando se manifiesta en un individuo, hace una profunda limpieza de
todos sus cuerpos, limpiando por ende su AURA. De tal forma: esa limpieza o más
bien: PSIQUIZACIÓN del individuo, lo hace sentirse UNO CON TODOS, sus hermanos
y de esa forma, comenzará a sentir la TRINIDAD en él mismo. Siendo que EL AMOR
DEL PADRE, hacia todos sus hijos, como tales, se habrá de magnificar en cada
individuo que así obrare. ¿Entiendes?...Eso, hará un complemento en el proceso
espiritual de la persona, haciendo que la misma, comience a sutilizar todos sus
cuerpos y esferas mentales, de tal forma, que ampliará sus conceptos antiguos y
los esquematizará en prolongaciones que estarán muy por fuera de su
personalidad. La misma, a su vez, sufrirá una DESINTEGRACIÓN parcial, que dará
paso a otra postura que analizaremos ahora…
POSTURA DE MARÍA
VIRGEN: (ACEPTANCIA DEL DOLOR) (CUERPO
MENTAL).
Cuando un
iniciado acepta el dolor que se allega a su vida, SIN RESISTENCIA al mismo, eso
confiere a la persona, una purificación aún mayor que la anterior, siendo que
le rodeará de rayo violeta. Esa misma aceptancia del dolor, que es un mensajero
divino, para la total integración a otros cuerpos mayores y una profundísima
liberación de SU ESENCIA DIVINA, le harán proclive a baños violetas que le
transformarán en un individuo procesante activo en esa misma llama. Por lo tanto:
dicha persona, irá adentrándose cada vez más profundamente en su Chispa,
concluyendo dicha etapa que será siempre gradual y ascendente, en una
profundísima COMPRENSIÓN Y COMPASIÓN
hacia sus propios procesos y los de los demás…
POSTURA DE MARÍA MAGDALENA: (FE INQUEBRANTABLE EN EL
PADRE, SIN ANGUSTIA NI DESESPERACIÓN)
(CUERPO ASTRAL).-
Esta
postura, indica que, al aceptar el dolor, las pruebas que tendrá que afrontar
serán cada vez más iniciáticas. Por ende: más duras, pero más SUBLIMES. Esto
debe comprenderse. Al ser de ésta forma, el individuo iniciado, aprenderá a
adquirir una postura de total FE EN EL
PADRE AMOR, aceptando sin condicionamiento alguno, que lo que le es quitado en
un momento, le será devuelto, en forma sublimada en otro tiempo-espacio, aún
fuera de ésta tridimensión de conciencia. Debe comprenderse. Dicha fe inquebrantable en EL PADRE AMOR, le hará un individuo fuerte y
sublimado en todos los órdenes de su ida,
CONFIANDO plenamente en todo lo que se le ha acercado como prueba y aún,
como posible descontaminación de los últimos gránulos de arena fina (egos
ínfimos del alma), sin trasmutar aún. En otras palabras: dicho individuo, habrá
de comprender que se está enfrentando a sus últimos miedos del alma, aquellos
que adquirió en ésta última ronda encarnatoria. Por tal motivo, se hará fuerte
escudero de sus propios razonamientos, más bien: DISCERNIMIENTOS y dará paso ya
no a
POSTURA DE JESÚS:
(EL PERDÓN) (CUERPO DEL ALMA).-
La postura del perdón, implica que el individuo ha trascendido las
anteriores y que, contemplando su propia vida, procesos, improcesos, dificultades
y animosidades superiores, habrá de experimentar la etapa final, contemplativa
y sustentadora de todo su cuerpo álmico:
EL PERDÓN. ¿Qué es el perdón en definitiva, sino la profundísima
comprensión de todo lo que se ha estado registrando en tantas encarnaciones? El
perdón será por ende: EL SISTEMA MÁS PROFUNDO DE LIMPIEZA, PURIFICACIÓN Y
LIBERACIÓN DE SU ESENCIA CRÍSTICA, EN SU MÁXIMA EXPRESIÓN. Quede comprendido.
Este proceso ultérrimo de todo un sistema encarnatorio, dará por concatenante,
una completa liberación y desintegración del cuerpo astral, que ya, adquirido
las máximas expresiones del plano BÚDHICO, le harán proclive a una sustentación
mayor y su alma por fin, adquirirá una “movilidad” que le hará incurrir en
sistemas dimensionales CAUSALES, adquiriendo la misma, un sistema de
prolongación y evolución mayores, de todas las aprehendidas en éste mundo
tridimensional.
MAESTRO
JESÚS EL CRISTO.
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